Una de las primeras flores silvestres que suelen florecer en el bosque es la Hepatica americana. Se trata de una planta perenne que proporciona unas flores encantadoras en forma de cuenco, de 2,5 cm de ancho, a principios de la primavera. Sigue leyendo para conocer sus características y cuidados.
Un gran número de bulbos de primavera se desarrollan bien en el césped como por ejemplo la Fritillaria maleagris, el Galanthus, etcétera. Si no los molestas en el suelo, volverán a surgir cada primavera y se multiplicarán siempre que reciban las condiciones de luz apropiadas. Para lograr un gran impacto, tira los bulbos suavemente sobre el césped, plantándolos donde caigan para lograr un aspecto natural.
Naturalizar los bulbos es una buena manera de alegrar tu jardín en primavera. Una vez plantados no quedará mucho por hacer. Estos bulbos se quedarán donde están y producirán flores año tras año. Esto se debe a que producen nuevos bulbos pequeños y muchos de ellos producen también semillas.
Las prímulas, también conocidas como primavera o primroses, forman parte de un género de más de 430 especies resistentes y hermosas que ofrecen una amplia gama de formas, colores y tamaños.
El género Scilla se encuentra compuesto por 90 especies, nativas de África y Europa. La mayoría de las variedades de Scilla florecen en primavera, pero hay algunas que lo hacen a fines del verano y principios del otoño. Sus flores son pequeñas de color azul, blanco, morado y rosa, en forma de campana o estrelladas, y cuelgan de talos delgados de 7 a 15 cm de largo.
Los arbustos y los setos son posiblemente las plantas más subestimadas e infravaloradas. Sin embargo, tienen una belleza natural que realza el atractivo exterior del hogar a la vez. Muchos setos suelen cultivarse como cortavientos o como muro de privacidad. La mayoría de ellos se mantienen verdes y vibrantes durante todo el año e incluso pueden aumentar el valor de reventa de tu casa si los mantienes bien y los tienes cuidadosamente recortados.
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