La mayoría de los tulipanes no son muy perennes, por lo que su desarrollo floral tiende a declinar de una temporada a otra. Durante el primer año florecen muy bien, pero después de un par de años se van apagando. No obstante, existen variedades de tulipanes que vuelven cada año si se plantan en el lugar correcto y si se les brinda el cuidado apropiado. ¡Vamos a conocerlas!
El cultivo de tulipanes en maceta nos evita diversos problemas habituales en el cultivo típico en el suelo. Los tulipanes cuando se cultivan en el suelo suelen ser víctimas de los roedores y las ardillas. Además los bulbos no suelen durar más de dos o tres años y eso en condiciones ideales. Por lo tanto es corriente que aparezcan muchos fallos en nuestro macizo de tulipanes cultivados en el suelo.
Sin olvidar que una maceta con tulipanes es de una enorme belleza y la podemos mover a nuestro antojo. Colocarla en el lugar que precisemos, guardarla si empeora el clima, sencillamente podemos manejarlas según nuestras necesidades.
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No descubrimos nada nuevo si decimos que los tulipanes son una de las flores más bellas que podemos cultivar en nuestro jardín. Además su cultivo nos dará grandes satisfacciones ya que cuando plantas esos secos bulbos no te puedes imaginar que se conviertan en estas bellas y atractivas flores, por no decir nada del más discreto pero también hermoso follaje de color verde brillante.
La facilidad de cultivo y la duración de sus bulbos nos permitirán disfrutar durante mucho tiempo de los tulipanes que volverán a brotar cada primavera a poco que tengas un mínimo cuidado de las plantas y los bulbos.
El Tulipa perteneciente a la familia de las liliáceas del género de perennes y bulbosas, pertenecen a un grupo de casi 150 especies distintas e incontable numero de híbridos. La especie de tulipa o llamada tulipán más reconocida es la Tulipa Gesneriana, la cual estuvo de moda en Europa Central en los años de 1634, considerada en los países bajos en aquella época una de las flores más preciadas y la cual mantuvo su lugar tan cotizada que de hecho sus bulbos llegarían a ser intercambiados por tierras y ganado.
Una de las mayores características de la Tulipa Gesneriana es su hermafroditismo, es decir, poseen ellas mismas un aparato reproductor macho y hembra, o bien en términos más sencillos, un aparato reproductor mixto. El cual en su época de reproducción que generalmente se encuentra entre los meses de otoño y principios de invierno sus flores expide un aroma muy dulce.
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