Existen multitud de tipos de abonos orgánicos para nutrir a nuestras plantas. Como contraposición a los fertilizantes químicos, los orgánicos no son de acción inmediata y tienen una liberación más lenta y prolongada en el tiempo. A continuación vemos los tipos más importantes.
Al aloe le gusta el sol con moderación, colócalo en un lugar con buena luz. Si vemos que las hojas comienzan a estar marrones quiere decir que está recibiendo demasiado sol.
Hoy vamos a hablaros de un tipo de árbol frutal muy conocido, de enorme valor ornamental debido al colorido de sus frutos, al denso follaje verde oscuro que posee y al intenso olor que desprenden sus flores. Se trata del naranjo amargo.
Su nombre científico es Citrus aurantium y pertenece a la familia de las Rutaceae. Es un árbol perennifolio, de entre 3 y 5 metros de altura, con la copa compacta, frondosa, globosa, y el tronco de corteza lisa y color verde grisáceo.
Existen multitud de tipos de abonos en el mercado, pero generalmente pueden clasificarse en dos grandes tipos, los químicos y los orgánicos. Los primeros se obtienen mediante síntesis en laboratorio y aíslan los nutrientes que nuestra planta necesita de forma muy concreta. Son los más conocidos y usados, especialmente en agricultura y céspedes. Se caracterizan porque se disuelven con facilidad en el suelo y, por tanto, las plantas disponen de esos nutrientes nada más echarlos o pocos días después.
El abeto plateado es un bonsái precioso, no especialmente difícil de cultivar. Si estás pensando en empezar en este arte de cultivar bonsáis es una buena opción sin duda alguna. Hoy vamos a conocer un poco más de él.
Su nombre científico es Abies alba y también se le conoce vulgarmente como pinabete. Es una conífera de montaña, que presenta ramas casi desde la misma base del suelo y casi casi en horizontal con él. Al ser un abeto, su estructura se va modificando poco a poco al ser cultivado en maceta con lo que conviene ponerlo en un contenedor espacioso en el comienzo de su crecimiento para posteriormente trasladarlo a una maceta de bonsái.
Si dispones de una pequeña parcela en tu jardín, o incluso un jardín mediano, una excelente idea es llenarlo de plantas aromáticas que aparte de ser de gran utilidad si te gusta la cocina, inundarán todo el lugar con su aroma y vistosidad.
Lo más importante si te decides a componer un jardín de estas características es que lo sitúes a pleno sol y resguardado del viento pues daña mucho a estas plantas.
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