Guía de jardinería

Las peonías son unas exuberantes flores que tienen grandes admiradores y fervientes cultivadores en todo el mundo. Son las flores de unos arbustos originarios de China. Forman parte de su cultura ancestral pues su cultivo se remonta a 2000 años atrás. Desde China las peonías fueron llevadas a Japón donde también reciben un tratamiento muy especial.

Es un arbusto de desarrollo lento pero sus flores de extraordinaria belleza bien valen la espera. Sus hojas son caducas y pueden ser enteras o segmentadas. Las flores pueden ser de color blanco, rosa o rojo púrpura y brotar en solitario o por parejas. Desprenden un delicado aroma. Las peonías se usan sobre todo para marcar los límites de arriates o formar setos junto a paredes y vallas. Los modernos cultivares han ampliado la variedad de tonalidades con las que podemos disfrutar de las peonías.

Leer más…

La adelfa amarilla, tevetia o azuceno, Thevetia peruana, es un arbusto originario de Mexico y el área tropical de América. Alcanza unos 3-4 metros de altura y sus flores amarillas dan origen a su nombre vulgar. Su tronco es bastante corto respecto a la altura total del arbusto ya que presenta muchas e irregulares ramificaciones. Resulta muy decorativo tanto para jardines como terrazas y patios.

Sus hojas lanceoladas y alternas presentan un corto peciolo y miden entre 7 y 15 cm de longitud. Tienen un color verde brillante que hacen que el arbusto tenga muy buena presencia incluso fuera del periodo de floración. Las flores aparecen al final de una inflorescencia terminal o lateral y tienen forma de embudo, su tamaño suele rondar los 4-6 cm. La adelfa amarilla produce un fruto en forma de drupa globosa de unos 5 cm de diámetro y de color verde oscuro.
Leer más…

Zamia es un género de arbustos nativos de América, en particular de las zonas tropicales del continente. De particular interés para los jardineros es la Zamia fufuracea también conocida, de manera coloquial, como Zamia o Arruruz de Florida. Aunque presentan un cierto parecido con las palmeras y de hecho en algunas zonas se les llama así no tiene nada que ver con éstas. Las zamias pertenecen al subgrupo de las gimnospermas conocido como cicadas y se trata de plantas muy antiguas que se remontan al Carbonífero, bueno que sirvieron de alimento a los dinosaurios herbívoros.

Este fósil viviente debemos cuidarlo como tal y sólo cultivarlo si lo adquirimos en un vivero, nunca a partir de la recolección de plantas silvestres. La zamia es una planta que precisa mucha luz, incluso la exposición directa al sol no le molesta en absoluto. No necesita mucho riego pero sí que el suelo se mantenga ligeramente húmedo. Un riego excesivo puede provocar la pudrición de las raíces.

Leer más…

Se trata de una planta aromática propia de la cuenca mediterránea, pero que se puede encontrar en todo el mundo. Es muy fácil encontrarla en zonas de climas templados.

La lavanda es un arbusto que alcanza un metro y medio de altura. Su principal característica son unas pequeñas flores de un suave color violeta que se organiza en espigas y que tienen un color intenso.

Leer más…

En realidad estamos hablando de un arbusto, el Kochia scoparia, que es originario de Europa y Asia aunque se ha expandido por todo el mundo e introducido en las praderas americanas. Es de pequeño porte, entre medio metro y dos metros de altura es su talla normal. Se usa como planta ornamental por su peculiar aspecto que recuerda al de un ciprés y por el cambio de color que sufren sus hojas en otoño, viran a tonos anaranjados, rojos o violáceos.

Pero no sólo se trata de una planta ornamental sino también tiene otros usos. Así se utiliza como forraje para animales por su facilidad de crecimiento en suelos pobres. Sus semillas son otro de los usos que tiene este arbusto. Con ellas se prepara el tonburi, que no es más que las semillas cocinadas y peladas del pinito japonés. Por su apariencia se le llama también a este aderezo oriental el caviar vegetal. Se añade a los platos de pescado y otros, al igual que a la salsa mayonesa.

Leer más…

Multiplicar arbustos por acodo es una técnica sencilla que está al alcance de cualquiera. Mediante esta práctica podemos multiplicar cualquier arbusto lo suficientemente flexible como para poder enterrar alguna de sus ramas en el suelo y dejar que produzca raíces. Vamos a ver el paso a paso de este procedimiento.

Necesitaremos clavar un tutor en el suelo para atar la rama y dirigirla hacia el suelo. Como decíamos la rama debe ser flexible para posibilitar esta acción, buscaremos las más tiernas y flexibles para aumentar las posibilidades de éxito. Con los arbustos demasiado leñosos será imposible recurrir a esta técnica. Rododendros, glicinias, hortensias, clemátides y durillos o laurel salvaje son algunos de los arbustos con los que podremos poner en práctica este procedimiento.

Leer más…