Guía de jardinería

La cola de burro o cola de borrego, Sedum morganianum, es una suculenta perteneciente a la familia de las Crasuláceas. Es originaria de México y resulta muy fácil de cultivar. Queda muy decorativa si la usamos en cestas colgantes pues es una plaza que no tiene el tallo erecto y tiene una bonita caída. Se cultiva en interior precisamente por esa vertiente decorativa.

Sus hojas son casi cilíndricas y de un color verde o verde grisáceo. Es muy resistente y para su cultivo precisamos un suelo típico de las plantas de su familia. El sustrato para cactus será la opción más sencilla aunque podemos preparar nuestra propia mezcla con sustrato universal, perlita y arena a partes iguales. Ya la cultivemos en maceta o en el suelo debe contar con un buen drenaje, sus raíces se pudren con gran facilidad por el exceso de humedad.
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La Darlingtonia californica es una planta carnívora que también se la suele conocer como lirio cobra. En su medio natural se puede encontrar en zonas pantanosas, turberas y los márgenes de arroyos y estanques en el norte de California y el suroeste y la costa de Oregón. Estas plantas suelen aparecer en las áreas más cálidas, la vertiente sur de las montañas por ejemplo, pero aún así suelen preferir zonas sombreadas o en sombra parcial.

Su cultivo debe respertar ciertas precauciones, sobre todo es fundamental para tener éxito con la Darlingtonia mantener sus raíces frescas durante el verano. Para ello hay que contar con un suelo a base de turba y arena. El cultivo en interior a partir de semilla es posible realizarlo en cualquier época del año. Previamente es imprescindible mantener las semillas en el refrigerador durante 4 semanas. Aunque para trasplantarlas al exterior habrá que esperar a la primavera.
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Llega el otoño y la gran mayoría de las flores que solemos cultivar llegan a su fin o hace tiempo que lo hicieron. Pero tenemos todo un clásico que nos puede alumbra y dar una nota de color en nuestro jardín durante esta estación, el crisantemo. Incluso si vivimos en una zona geográfica de inviernos suaves podemos seguir teniendo flores durante todo el invierno.

Crisantemo es todo un género formado por una treintena de especies y los cultivares que se han desarrollado a partir de dichas especies son millares. Por eso podemos encontrar crisantemos de muchísimos colores y formas. Así tenemos las de forma simple, tipo margarita, las de flor grande y compuesta, los pétalos se abarquillan hacia arriba o hacia abajo y las de flor compuesta que toma forma esférica como un pompón.
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La rademarchera se cultiva como planta de interior por su decorativo follaje de color verde. Aunque en realidad se trata de un árbol perennifolio originario del sudeste de China y de Taiwan. En su medio natural, la Rademarchera Sinica, puede alcanzar los 30 m de altura y 1 de diámetro el tronco. En cambio cuando la cultivamos fuera de su medio puede quedarse en medidas mucho más discretas. Habitualmente medirá entre 50 y 120 cm de altura. Las hojas de la rademarchera tienen forma acorazonada con el ápice muy alargado y puntiagudo.

Aunque sus flores son grandes y muy llamativas, en forma de trompeta y de unos 7 cm de longitud, generalmente sólo florece en su lugar de origen o si se cultiva en invernadero manteniendo estrictamente sus necesidades cubiertas. Tras la floración desarrolla un fruto en forma de cápsula que contiene las semillas.
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Su nombre científico es Lupinus polyphyllus y es una planta originaria de la parte noroccidental de América, de los llamados estados de Nueva Inglaterra en Estados Unidos. Desde allí se ha expandido a una gran parte del mundo por sus grandes cualidades ornamentales. El lupino es una leguminosa que puede ser perenne o anual. En la parte aérea de la planta distinguimos dos partes, el follaje que es verde de hojas alternas y pecioladas. La otra parte son las flores que por su forma y colorida podemos decir que tienen entidad propia.

Podemos encontrar muchas variedades e híbridos de lupino que nos ofrecen una amplia panoplia de colores. Azul, rosa, blanco, violeta y una infinita gama de tonos intermedios son posibles con estas llamativas y hermosas flores. Las flores aparecen en racimos terminales que se alzan erectos sobre la planta.
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No solemos pensar en el otoño como tiempo para sembrar o plantar en el jardín. Está claro que la primavera es la estación del año en la que más plantas se suelen cultivar pero ello no impide que el otoño sea el momento idóneo para llevar a cabo ciertos cultivos, vamos a ver pues qué podemos plantar en otoño en nuestro jardín.

Desde luego sembrar o plantar en otoño tiene sus ventajas, las plagas van en retroceso tras la efervescencia de la primavera y el verano. Las lluvias suelen ser más abundantes con lo que los cultivos prosperan mejor. La tierra tiene una buena temperatura y no hace falta usar fertilizantes cara al invierno.
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