Proteger los cultivos con medios físicos Artículo Publicado el 21.07.2014 por Javi
Pájaros, roedores, insectos, sol, granizo… son algunas de las amenazas que pueden malbaratar una cosecha o varias. La protección absoluta no existe pero podemos hacer uso de algunos viejos trucos que nos permitirán mimar nuestras cultivos y tratar de asegurarnos unas buenas cosechas. Con estos medios físicos tratamos de crear barreras que impidan que nuestros cultivos sufran la agresión de ciertos animales o inclemencias meteorológicas.
Algo tan sencillo como una red impedirá que los pájaros acudan a abastecerse con nuestros plantones, tiernos y suculentos y toda una tentación para ellos.
Para proteger nuestros cultivos de los limacos, caracoles y babosas, podemos hacer uso de trampas diseñadas para ello o de viejos recursos como las trampas caseras. Estas modernas trampas para limacos están diseñadas a propósito para que babosas y caracoles caigan en ellos pero no dañen a los erizos. El diseño del recipiente, que se rellena con cerveza, impide que los erizos puedan beberla y aturdirse, convirtiéndose en presas fáciles.
Fresas, guisantes, nabos, tomates y muchos otros cultivos son tentaciones inevitables para los pájaros. Como hemos dicho anteriormente con una simple red o con un túnel de plástico podemos evitar que las aves se alimenten con nuestros cultivos. Pero también podemos tomar otras medidas, los pájaros cuando pican los tomates lo que están buscando es agua, por tanto una forma de que no se dirijan a nuestros tomates será instalar una fuente para pájaros en un lugar cercano. Unos platos de terracota con agua dispuestos alrededor de los cultivos evitarán en gran manera los ataques de los pájaros a nuestros cultivos.
El sol fuerte y directo del verano también causa daños a nuestros cultivos. Manchas y áreas quemadas de los frutos y hojas de las plantas se pueden evitar resguardando las plantas del sol excesivo. Los tomates, pimientos, berenjenas, calabacines… mejorarán su aspecto si les creamos un sombraje artificial. Muchas veces bastará con unos palos y unos cartones para crear un sombraje.
El ataque de esos pequeños e insidiosos insectos que pueden producir grandes daños como la mosca blanca y otros se pueden evitar instalando una barrera física. Telas repelentes de insectos o viejas cortinas de nilón nos pueden servir al efecto.
Los cultivos cuyos frutos crecen en contacto con el suelo, fresas, calabacines y similares pueden sufrir ataques por hongos al estar directamente sobre la tierra húmeda. Podemos protegerlos manteniendo un mantillo de paja seco sobre la tierra. Hemos de tener en cuenta que este acolchado debemos cambiarlo cuando reguemos o llueva para que siempre esté seco.
Los daños del granizo también se pueden atenuar instalando una barrera física sobre el cultivo. Un túnel de plástico o cualquier otro elemento similar evitará que nuestros cultivos sufran los daños más severos de una fuerte granizada.
Los roedores son otra de las amenazas que puede padecer nuestra huerta. Y según donde esté localizada puede ser una amenaza muy seria. La única forma de evitar que los conejos y liebres se coman nuestras cosechas será instalar un cercado de al menos un metro de altura alrededor de nuestro jardín.
Fotos: rustica.fr