Guía de Jardinería

Todo sobre el cultivo del romero Artículo Publicado el 14.06.2017 por Javi

El romero es un arbusto de origen cien por cien mediterráneo que sorprende por la intensidad de su aroma. Es ingrediente básico en numerosas recetas de la cocina de esta zona geográfica y además tiene muchas cualidades medicinales. Además tiene un innegable interés ornamental y es tremendamente fácil de cultivar en casi cualquier zona que no tenga inviernos excesivamente fríos.

El romero es una planta tan rústica que no necesita casi ningún cuidado aparte de algo de agua de vez en cuando y poco más. El oidio es el único problema y sólo se presenta cuando el romero se cultiva en entornos demasiado húmedos o con poca circulación de aire. Desde el punto de vista ornamental el romero encajará a la perfección en una rocalla por ejemplo, donde lo situaremos en la parte superior para que reciba la mayor cantidad de sol y el suelo retenga poca humedad. También se puede usar el romero para macizos y borduras así como para su cultivo en solitario.

El romero puede cultivarse desde semillas aunque su crecimiento es muy lento. Se suele preferir el cultivo desde esquejes y si queréis ir a lo seguro comprad una planta ya desarrollada, en el tamaño que prefiráis, en vuestro centro de jardinería habitual. Le reservaremos el lugar más soleado de nuestro jardín ya que una mata de romero necesita de al menos 6-8 horas de sol diarias. En lo que respecta al suelo lo principal es que cuente con un drenaje perfecto. El romero no tolera bien las tierras demasiado húmedas.

Prospera incluso en suelos muy pobres pero si es un terreno suelto, calcáreo y rico en humus pues mucho mejor. En primavera no le irá mal si le añadimos algo de materia orgánica extra como estiércol o compost bien curados. Al ser una planta mediterránea está muy acostumbrada a la sequía, hay que dejar que el suelo seque bien antes de regarlo. Si lo plantamos en el suelo hay que dejarle espacio suficiente para que se desarrolle, unos 60 cm de separación por lo menos respecto a sus vecinas. Y si vivimos en un lugar de inviernos duros lo mejor es cultivarlo en maceta para poder resguardarlo dentro de caso cuando lleguen las heladas.

En el huerto podemos usar el romero como planta compañera de zanahorias, coles y salvia así como de las vainas o judías verdes. Consigue que algunas de las plagas típicas de estos cultivos se mantengan a distancia. Es muy fácil reproducir el romero por esquejes. Sólo hay que tomar brotes de la parte inferior de la planta, embadurnarlos con hormona del crecimiento y colocarlos sobre un suelo de musgo de turba y vermiculita. En tres o cuatro semanas los esquejes enraizarán y podremos colocarlos en una pequeña maceta.

La recolección del romero dependerá del uso que le demos. Para la cocina podemos cortar brotes tiernos durante todo el año sin problema. Si queremos hacer aceite de romero cortaremos los brotes antes o después de la floración y los secaremos de inmediato. Y nunca cortaremos más de la cuarta parte del volúmen de la planta para asegurar su supervivencia.


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