Guía de jardinería

El nopal violáceo por su coloración morada destaca entre los demás cactus. Su adición a un jardín de cactáceas será una gran aportación. Siempre que nos mantengamos apartados de ella pues a su belleza y rareza une unos afilados y largos pinchos. Esta peculiar cactácea es uno de los 300 miembros que componen el género Opuntia.

Familiar directo por tanto de la Opuntia ficus-indica, el nopal o chumbera que produce los frutos conocidos como tuna en América o higo chumbo en España, excepñto en las Islas Canarias donde se conocen como tunos. Algún día hablaré de esta especie y su curiosa historia.

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La Opuntia ficus-indica o chumbera es una planta arbusto, de la familia de las cactáceas, originaria del continente americano. Su introducción en Europa llegó de mano de los conquistadores que las trajeron de sus diferentes viajes, cuando los barcos cargaban plantas vivas para que los marineros no enfermaran por escorbuto. Pronto se acostumbró al clima mediterráneo y se convirtió en una especie más del paisaje de las zonas templadas.

También se conoce con el nombre de tuna, higo de tuna y nopa. La chumbera suele crecer de manera salvaje, aunque hay lugares en los que se cultiva como un árbol frutal. Esto ocurre en lugares como: México, Perú, España, Sicilia, las costas del sur de Italia, Marruecos, Argelia, Egipto, Israel, Arabia Saudita, Brasil, Chile, el norte de África, y en Etiopía.

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Originaria de Argentina, Paraguay, Bolivia y Uruguay la Echinopsis oxygona, que pertenece a la familia de la cactáceas se ha extendido por todo el mundo. La razón principal es que esta especie de cactus produce una espectacular, aunque efímera, floración. El resto de la planta es más bien discreto, bajo ya que apenas alcanza los 25 cm de altura y crece en grupos.

Cada tallo presenta entre 8 y 14 costillas longitudinales. Las espinas se agrupan circularmente en las areolas de las costillas en grupos de 3 a 15, cada areola cuenta también con 5 espinas centrales. Las flores surgen del tallo y pueden medir hasta 22 cm de altura. Son fragantes y de un ligero color que va del rosa pálido al lavanda. Sólo se abren por la noche.

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Si su idea de los cactus implica un medio ambiente desértico y despoblado, de altísimas temperaturas, se equivoca. Los cactus y las suculentas se encuentran en la actualidad entre las plantas más demandadas para su cultivo en muy diversas zonas geográficas. Tal vez usted vive en una zona que considera demasiado septentrional para que pueda cultivar cactus pero se sorprenderá de la gran cantidad de especies y variedades de cactus que se pueden cultivar en zonas relativamente frías.

Los cactus están de moda por una característica muy particular. En los jardines modernos prima el diseño lineal y minimalista, fiel reflejo de las tendencias mayoritarias en decoración de interiores, y el cactus es un gran aliado a la hora del diseño de un jardín. Sus líneas rectas, su sobriedad, la gran variedad de formas que pueden tomar ayudan a crear diseños modernos con gran facilidad.

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La pitahaya es el original, curioso y colorista fruto de un cactus. El Hylocereus es el género al que pertenecen las distintas variedades de cactus que producen este característico fruto, el Hylocereus undatus es el que más se cultiva pero hay casi una docena de especies. Este cactus, originario en principio de América central hoy en día se cultiva en todo el sudoeste asiático y en muchos otros sitios, Chipre, Israel, China, Australia, etc…

La pitahaya es una fruta muy atractiva por su colorido y su textura, su carne está repleta de minúsculas pipas que son fáciles de comer. Es una fruta jugosa, dulce y sabrosa.

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