Cómo deshidratar los frutos de su huerta Artículo Publicado el 15.02.2014 por Javi
Cuando queremos guardar la producción de nuestra huerta para el invierno el primer método en el que pensamos es el de hacer conserva con ellos. Es una buena forma de guardar el exceso de producción pero con la cocción se pierden algunos nutrientes. Un método de conservación alternativo es el de la deshidratación que últimamente está ganando adeptos. Es una forma natural de guardar la producción de nuestra huerta.
Una de las ventajas más importantes de la deshidratación es que necesitaremos menos espacio para guardar los alimentos deshidratados frente al que necesitan las conservas y la congelación. La razón es muy simple, las frutas y verduras tienen en su composición entre un 70% y un 90% de agua. Al deshidratarlas pueden perder entre un 5% y un 30% de volúmen.
Es un proceso muy económico que necesita poca o ninguna energía, según usemos un deshidratador eléctrico o uno solar. Es rápido pues no tiene que preparar los recipientes y si usa un deshidratador eléctrico tendrá los productos procesados en un periodo de tiempo de entre 6 y 12 horas. Las verduras y frutas deshidratadas apenas pierden nutrientes durante el proceso al contrario que las conservas y la congelación. Además el tiempo de conservación será como mínimo tan largo como en las conservas y mucho más que la congelación.
Usted necesitará un deshidratador para procesar sus productos, la opción más rápida y práctica es comprar un deshidratador eléctrico. Es un aparato que no consume mucha electricidad, en torno a los 500 W y que en poco tiempo procesa los alimentos. Procure comprar uno que lleve ventilador pues así la deshidratación será uniforme.
También puede hacer uso de la energía solar para el proceso de deshidratación. Usted mismo puede construirse un desecador con madera y tela de rejilla. Es una buena opción si vive en una zona geográfica con un clima cálido. El proceso de desecación es más lento pero desde luego más económico.
Cualquier producto vegetal e incluso la carne puede deshidratarse. La mayoría de los vegetales precisarán un escaldado previo al proceso de desecación, así nos aseguramos una larga conservación al eliminar las enzimas que pueden afectar a la conservación del producto. Los únicos vegetales que no precisan escaldado previo son los champiñones, la cebolla y los tomates. El escaldado consiste en la inmersión de los productos a desecar durante un par de minutos en agua hirviendo.
Fotos: resilientcommunities
Recién veo un comentario y sugerencia de una amiga, lo tomaré en cuenta para practicarlo !!!!gracias.
INTERESANTISIMO!!!!!!