Guía de Jardinería

Cómo cuidar el Cistus Artículo Publicado el 16.07.2018 por Flavia

El Cistus es un género que cuenta con 20 especies e híbridos de arbustos con flores hermosas, perfectos para decorar el jardín. Desde que comienza la primavera hasta mediados del verano (y algunos de ellos hasta finales del verano), desarrollan grandes matas de flores blancas parecidas a las rosas simples, aunque también podrás encontrarlos en diversas tonalidades de magenta, púrpura y rosa.

Estos arbustos siempre verdes son originarios de Europa, pero no toleran las heladas. Si los cultivas en macetones, puede que precisen protección durante el invierno. El Cistus lusitanicus es uno de los híbridos más populares, por lo que vale la pena tenerlo en el jardín, ya que en el verano desarrolla flores con manchas en la base de los pétalos. Este híbrido puede llegar a alcanzar 60 cm de alto y lo mismo de ancho.

Cuidados del Cistus

El Cistus deberá ser trasplantado a inicios de la primavera en un compost con un poco de cal, aunque si le agregas un poco de turba con arena sería lo ideal. Coloca una capa de grava en la base de la maceta y en cada trasplante, pon la planta en un recipiente varias medidas más grandes hasta llegar a uno de 45 cm de diámetro.

Pon la maceta al sol y en un sitio protegido del viento. El Cistus es un arbusto que tolera temperaturas elevadas, siempre y cuando, haya una buena circulación de aire. Mantén el compost húmedo, pero no saturado y, durante la primavera y el verano, abona el Cistus con un fertilizante líquido.

Este arbusto con flor necesita muy poca poda, pero si los tallos han sido dañados como consecuencia de una helada, tendrás que cortarlos para que la planta vuelva a recuperar su salud antes de la primavera. Corta los brotes desordenados y dispersos en las plantas jóvenes.

Durante el invierno, los principales problemas del Cistus los constituyen los vientos fríos y las fuertes heladas. Protege tu planta en una pared orientada hacia la luz. Por otro lado, evita que el compost quede con agua estancada cubriéndolo con una bolsa atada alrededor de la maceta. Recuerda retirarla a finales del invierno o cuando empiece la primavera.

Propagación del Cistus

La mejor manera de propagar el Cistus es a través de esquejes. A mediados del verano, toma trozos de 10 cm de largo de brotes de la planta que se hayan desarrollado ese mismo año. Retira las hojas inferiores e introduce los esquejes a 5 cm de la superficie del compost hecho con partes iguales de arena y turba; 3 por cada maceta de 8 cm de diámetro.

Deja la maceta en un rincón protegido del viento y cúbrelos con una bolsa plástica para mantenerlos calientes. Luego de un mes verás cómo se habrán formado las raíces. Retira la bolsa de plástico y ponlos en un sitio cálido protegido del viento. Déjalos allí hasta la primavera, que será el momento de realizar el trasplante y empezar a tratarlos como plantas adultas.


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