Guía de Jardinería

Plantas compañeras para los árboles frutales Artículo Publicado el 13.12.2016 por Javi

En agricultura ecológica se emplean plantas compañeras para que los cultivos principales resulten más saludables y productivos. Se trata de imitar a la Naturaleza, rara vez veremos un monocultivo en el medio natural sino una mezcla de especies y variedades. Aunque esta práctica se suele usar con las hortalizas y verduras también podemos emplearla para mejorar nuestros árboles frutales.

Cultivar plantas compañeras alrededor de nuestros frutales tiene varias ventajas. Por una parte evitamos la proliferación de malas hierbas, si no hay espacio éstas no pueden aparecer o al menos lo harán en menor medida. También podemos mejorar el suelo según las características de las plantas cultivadas y por último podemos mejorar la relación de nuestro huerto con los insectos. Atrayendo a los insectos polinizadores que son los que nos interesa que pueblen nuestro pequeño hábitat y repeliendo por otra parte a los dañinos. Veamos pues algunas especies que podemos usar como plantas compañeras para nuestros frutales.

La consuelda es una planta vigorosa de profundas raíces que perforan el suelo y lo mantienen esponjoso. Además es una planta fuerte que se impone sobre las malas hierbas. Una vez cortado y mezclado con la tierra es un fantástico abono verde.

Las caléndulas atraen a las abejas y otros polinizadores. Otra de sus ventajas es que mantienen alejados a los nemátodos y otras plagas. Las caléndulas se reproducen muy bien solas con lo que bastará con sembrarlas una vez.

El altramuz o lupino es una planta del grupo de las leguminosas y como tal tiene la capacidad de fijar el nitrógeno en el suelo. Sus atractivas flores son un buen reclamo para mariposas y abejas. También podemos cultivar otras leguminosas como guisantes y judías.

Las capuchinas son un buen repelente de las polillas. Funcionan muy bien con los frutales con tendencia a sufrir esta plaga como los manzanos.

El hisopo es una buena planta compañera para cualquier frutal incluidas las bayas. Su aroma amargo ahuyenta a numerosas plagas.

Las flores del cebollino atraen a las abejas y demás polinizadores. En cambio su aroma, típico de las plantas del género Allium, ahuyenta a una buena cantidad de insectos. El ajo y la cebolla nos pueden servir de la misma manera.

La equinácea es una prima de las margaritas bastante tolerante a la sequía. Sus largas raíces perforan el suelo y facilitan que los frutales aprovechen mejor los nutrientes del suelo.

La lavanda es una hierba aromática de potente y agradabilísimo aroma. Aroma que perturba bastante a los insectos dañinos. El romero también actúa de forma similar y las flores de ambas plantas son muy atractivas para los insectos polinizadores.

El hinojo es una planta que atrae a las avispas parasitoides que nos ayudarán a controlar un gran número de plagas. El eneldo, la menta, la albahaca y el cilantro harán el mismo efecto en nuestro huerto y además podremos aprovecharlos, junto al hinojo, en nuestros platos.


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