El mayor enemigo de las palmeras Artículo Publicado el 11.09.2012 por Javi

Mide entre dos y cinco centímetros, es de color rojizo ferruginoso y es huésped indeseado de cocoteras (cocos nucifera), phoenix y palmeras del aceite (elaeis guineensis) en las que realiza la puesta de huevos. Sus larvas abren galerías en el interior de estas palmeras de hasta un metro de longitud. Hablamos del picudo rojo (Rynchophorus ferrugineus), un gorgojo procedente de Asia tropical que se ha expandido por varios continentes.

Aquí tenemos la foto identificativa de este coleóptero que tantos quebraderos de cabeza está dando a los propietarios de palmeras, ya sea en su jardín como en explotación agrícola o en cultivo como planta ornamental. Su expansión territorial, causada por el comercio internacional de palmeras, ha ido ganando terreno desde Asia hasta el norte de África y el sur de Europa. Aunque también ha llegado a América, en el Caribe y en California están sufriendo sus ataques.

Su belleza adulta no impide que en la fase larvaria sea un voraz devorador de palmeras, este gorgojo tiene una vida media desde la puesta hasta su muerte como adulto de casi doscientos días los machos y no llega a ciento cincuenta las hembras. Toda su vida la pasan en una palmera huésped y no la abandonan hasta que deja de proveerles alimento, es decir hasta que la palmera muere. Es cuando los adultos se plantean buscar nuevos alojamientos para realizar sus puestas mortíferas.

Aquí vemos a la incesante comedora de palmeras, la larva del picudo rojo. Los tratamientos para combatir esta plaga son complejos y no siempre efectivos. Los más eficaces están resultando ser los tratamientos combinados en los que se aplican instilaciones de insecticidas a través de cánulas en las zonas afectadas de las palmeras y el uso de agentes biológicos como parásitos que atacan al picudo rojo. Junto a una constante monitorización del estado de la planta. Y siempre y cuando el bicho no haya cortado la yema apical, pues entonces el daño es irreversible.