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Cuidados de la Baptisia Artículo Publicado el 27.03.2020 por Flavia

Si estás buscando una planta perenne llamativa que precise poco cuidado, échale un vistazo a la Baptisia, también conocida como falso índigo. Las flores de esta bella planta fueron usadas por los nativos americanos y los primeros colonos europeos como tinte antes de que el color índigo estuviera disponible. Sigue leyendo para conocer más sobre esta planta perenne, duradera y fácil de cultivar.

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La Baptisia forma parte de la familia de las fabáceas o guisantes y, sus flores, vienen en color blanco, amarillo o azul índigo según la especie, siendo esta última, la Baptisia australis, la más conocida. También hay varios híbridos en el mercado.

Originaria de las praderas del sur de Norteamérica, la Baptisia crece muy bien en cualquier suelo drenado. Sus hojas de tres folíolos varían en color de azul a verde oscuro y de amarillo a verde claro, y pueden darle a la planta una apariencia de arbusto, ya que son bastante densas.

Las plantas maduras pueden medir entre 60 y 90 cm de alto y producir espigas florales de 30 a 60 cm. Cada uno de estos racimos estará repleto de flores y florecerá durante mes y medio en primavera o principios del verano.

Consejos y cuidado de la Baptisia

Al igual que otras plantas de pradera, la Baptisia se toma su tiempo en establecer su sistema de raíces profundas, por lo que el primer consejo es tener mucha paciencia, pues puede tomar hasta tres años para que sus semillas o plántulas produzcan flores.

Por otra parte, nuestro segundo consejo es escoger su sitio cuidadosamente. Una vez plantada la Baptisia, no hay que moverla, pues no le gusta. Sus raíces pueden crecer hasta 3.6 metros de profundidad y 1.2 metros de ancho.

Esta planta precisa mucho sol y, una vez establecida, es extremadamente tolerante a la sequía. No es necesario que la podes, aunque muchos jardineros prefieren quitarles las vainas de las semillas. A otros les gusta el aspecto que dan sus vainas oscuras y las dejan para que contraste con sus hojas y flores.

Los cuidados de la Baptisia se reducen a tan solo una dosis de fertilizante por año. Las plagas y las enfermedades no les llegan, pues contiene alcaloides tóxicos para muchos insectos.

Cómo plantar la Baptisia

Muchos jardineros optan por plantar la Baptisia mediante semillas, pero lo que no mencionan es que las semillas frescas son mejores y más confiables para la germinación. Si conoces a alguien que cultiva flores de Baptisia en su jardín, no dudes en pedirle algunas vainas de semillas.

Revísalas luego en busca de pequeños agujeros, pues si tiene gorgojos, deberás desecharlas. Estas semillas pueden sembrarse directamente en el suelo a cuatro centímetros de profundidad; germinarán en dos semanas.

Si no hay semillas frescas disponibles, tendrás que enfriar las empaquetadas en el refrigerador durante mes y medio a tres meses. Las semillas refrigeradas deben escarificarse, lo que quiere decir que la capa de semillas debe desgastarse con papel de lija.

Después deben remojarse en agua durante un día entero y plantarse en el interior. Traslada las plántulas al jardín una vez que haya pasado el peligro de las heladas.

Las flores de la Baptisia son realmente hermosas. Todo lo que precisas es tiempo y paciencia, y tu planta te recompensará por muchos años.


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