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Cómo lidiar con el tizón bacteriano en el jardín Artículo Publicado el 28.03.2023 por Flavia

Las enfermedades pueden aparecer en cualquier momento del ciclo de vida de una planta, pero, generalmente, el tizón bacteriano espera que haya una lesión en una planta para luego atacarla. El tizón bacteriano es una enfermedad común, pero grave del jardín, causada por una bacteria conocida como pseudomonas syringae pv. syringae que, afecta a muchas plantas.

¿Cómo se propaga?

La bacteria del tizón sobrevive en el material afectado y en el suelo. Los insectos son quienes propagan la enfermedad, pero la limpieza incorrecta o deficiente de las herramientas del jardín es también la culpable. La bacteria suele estar presente en las plantas, pero no las contamina hasta que ingresa a través de una abertura que, por lo general, suele ser un daño ocasionado por insectos.

Una vez que se ha metido en la planta, el tizón obstaculiza la capacidad de la misma para acceder al agua y los nutrientes, lo que conlleva a una muerte segura.

Signos del tizón bacteriano

El signo más evidente del tizón bacteriano es el tejido necrótico del follaje. Las manchas de color marrón oscuro con aros amarillos también son un síntoma del tizón. Otro signo de la enfermedad son las marcas de color negro en las ramas.

En árboles o plantas leñosas, uno de los signos infalibles del tizón bacteriano suele ser las heridas supurantes de las que se filtra la savia.

Su identificación temprana es fundamental si deseas salvar cualquier planta.

Plantas vulnerables

El tizón bacteriano afecta a los árboles y arbustos, y a las plantas comestibles como las patatas y los tomates.

Prevención del tizón bacteriano

La mejor forma de evitar al tizón bacteriano es promoviendo un entorno de crecimiento saludable. Proporciónales a las plantas suficiente espacio para que puedan respirar y nunca las riegues desde arriba, ya que de esa manera podrías acumular humedad en el follaje.

Limpia correctamente todas las herramientas de jardinería y rota los cultivos al menos cada tres años.

Cuando empieces a sembrar o plantar, elige semillas o plantas certificadas libres de enfermedades para evitar introducir plagas en el jardín.

Realiza una prueba de suelo anual para prevenir un desequilibrio de nutrientes y cubre con mantillo alrededor de la base de las plantas.

Tratamiento del tizón bacteriano

Una vez que la planta haya sido infectada por el tizón bacteriano, es probable salvar porciones y mantenerlas con vida. No obstante, es imposible tratar dicha enfermedad, ya que no existe un tratamiento real para la misma.

La poda del material vegetal infectado es lo primero que debes hacer para controlar al tizón bacteriano. Retira las partes afectadas de la planta y tíralas. No las incorpores a la pila de compost.

Mantén las herramientas de jardín limpias y desinfectadas una vez que termines de podar para evitar propagar la enfermedad del tizón bacteriano a otras plantas.

Si la enfermedad progresa después de la poda, lo mejor será deshacerse de las plantas por completo.

Puedes hacer uso de fungicidas en casos graves de tizón bacteriano en los que esté involucrado un hongo, pero rara vez son efectivos en momentos en los que la enfermedad está en etapas avanzadas.

Control del tizón bacteriano en el suelo

Aunque es muy difícil erradicar el tizón bacteriano una vez que llega al suelo, la solarización podría ayudar a matarlo. El proceso consiste en cubrir toda la tierra del jardín con una lámina de plástico transparente para aprovechar el calor del sol. El suelo se calentará lo suficiente como para matar este patógeno.

Una vez que hayas completado el proceso, evita labrar profundamente, dado que, si lo haces, podrías traer a la superficie aquellos patógenos que se encuentran ocultos como así también semillas de malas hierbas.


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