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Cómo cosechar y usar la rosa mosqueta Artículo Publicado el 05.12.2022 por Flavia

Probablemente hayas oído hablar sobre la rosa mosqueta antes sin saber de lo que realmente es, y mucho menos cómo usarla. Si quieres conocer todas las bondades que tiene para ofrecer y cómo aprovecharla al máximo, sigue leyendo.

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¿Qué es una rosa mosqueta?

La rosa mosqueta es el fruto de varias especies de rosas. Aunque puede variar en color, tamaño y sabor, todos los frutos son comestibles. Muchas personas ni siquiera se han dado cuenta de que las rosas producen frutos, dado que se mueren tan pronto como las flores se marchitan.

No obstante, si dejas las cabezas de flores en la planta, al final de la temporada podrás apreciar una gran cantidad de bayas rojas o anaranjadas.

¿Cuáles son los beneficios de la rosa mosqueta?

Todos los frutos de las rosas cuentan con propiedades medicinales. Tanto el aceite de la semilla de la rosa mosqueta como las infusiones que se pueden preparar con ella, benefician a la piel porque cuentan con propiedades antiinflamatorias.

Por otro lado, el aceite de las semillas de la rosa mosqueta ayuda a cicatrizar heridas y mejorar la apariencia de las cicatrices.

Las infusiones del té de rosa mosqueta pueden usarse como enjuague bucal para aliviar la inflamación de encías o aftas.

Asimismo, contiene vitamina C, D, E, B3, betacaroteno y zinc. De acuerdo con un estudio sueco, el consumo diario de 40 g de polvo de rosa mosqueta durante mes y medio, puede disminuir el riesgo cardiovascular en obesos, ya que reduce la presión arterial sistólica y los niveles de colesterol.

¿Cuándo cosechar rosa mosqueta?

La rosa mosqueta aparece a finales del verano y del otoño. Recolecta los escaramujos luego de la primera helada para que estén más dulces y jugosos.

Si vives en un área con inviernos templados, recoge los frutos cuando estén maduros y saludables. Llévalos al congelador durante 24 horas y úsalos en recetas de cocina o medicinales.

Mantén la rosa mosqueta congelada por hasta un semestre para usarlo cuando lo necesites. Asegúrate de etiquetarlos frutos con la fecha en la que los almacenaste.

La rosa mosqueta no sabe a rosas, sino más bien tiene un sabor terroso, entre cítrico y floral.

Cuando vayas a almacenar los frutos, observa que ninguno tenga moho, dado que podría estropearse un lote completo. Si no estás seguro si el fruto está feo, lo mejor es errar por el lado de la precaución que arriesgarte a contaminar y arruinarlo todo.

Para secar los frutos al sol, córtalos por la mitad y extiéndelos sobre papel al sol. Déjalos afuera durante varias horas hasta que estén completamente secos. Una vez secos, transfiere a un frasco de vidrio limpio y seco con tapa. Guárdalos en un armario, lejos de la luz solar directa.

¿Qué puedo preparar con los frutos de la rosa mosqueta?

Té de rosa mosqueta

El té de rosa mosqueta se ha usado para combatir la gripe y los resfriados. Para hacerlo, remoja de a 1 a 3 cucharaditas de frutos frescos picados en agua hirviendo durante 15 minutos. Agrega jarabe de arce o miel y bebe lo más caliente que puedas.

Té antioxidante

Si quieres mejorar la salud de tu corazón, combina dos partes de saúco seco, dos partes de rosa mosqueta seca, una parte de bayas de espino secas y una parte de arándanos secos en un frasco grande y usa una cucharada por taza de agua hirviendo para hacer té. Deja reposar durante 10 minutos y añade miel, jarabe de arce o limón al gusto. Bebe una taza todos los días.

Jarabe de rosa mosqueta

Si has almacenado muchos frutos de rosa mosqueta, considera transformarlos en jarabe. Para ello, calienta una taza de té de rosa mosqueta con media taza de miel de abejas y revuelve hasta que la miel se disuelva. Este jarabe contiene una gran cantidad de vitamina C.

Mermelada de rosa mosqueta

Otra manera de usar los frutos de la rosa mosqueta es haciendo mermelada. Esta tendrá propiedades diuréticas y antiinflamatorias, lo que la convierte en una excelente mermelada para curar infecciones renales y urinarias.

Para hacerla necesitarás una taza de frutos de rosa mosqueta secos, sin semillas y picados, media cucharadita de zumo de limón y una taza y media de zumo de cereza o bayas mixtas.

Vierte el zumo en una cacerola y calienta hasta que rompa hervor. Agrega los frutos y baja el fuego. Deja que la mezcla hierva a fuego lento durante ocho minutos.

Luego, retira y tapa. Deja reposar durante toda la noche fuera de la nevera o dentro de ella.

Posteriormente, agrega el zumo de limón y pasa todo por una licuadora hasta lograr un puré suave.

Transfiere la mermelada de rosa mosqueta a un frasco con tapa limpio y esterilizado. Guarda en el refrigerador hasta por 30 días o envasa al vacío.

Para envasar al vacío, rellena los frascos con mermelada caliente y cierra herméticamente las tapas. Pon los frascos de pie en una cazuela con agua fría que los cubra unos cuatro centímetros por encima.

Pon a hervir, con paños en la base y laterales para que se separen entre sí y no se golpeen. Desde el primer hervor, mantenlos durante 30 minutos.

Una vez que se ha cumplido el tiempo, apaga y déjalos en la cazuela hasta que estén templados como para manipularlos. Sácalos con unas tenazas, seca y ponlos boca abajo hasta que se enfríen por completo.

Con este sistema, la conserva durará un año en un sitio fresco, seco y oscuro.

Importante: solo cosecha los frutos de rosa mosqueta que no hayan sido rociados con pesticidas.


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