Abonos orgánicos para las plantas Artículo Publicado el 18.06.2018 por Flavia
La materia orgánica es una sustancia constituida por desechos de origen vegetal y animal, muy rica en microorganismos que ayudan a mantener la tierra en perfectas condiciones. Sin embargo, se transforma lentamente y desaparece. Para reparar estas pérdidas, es preciso que el suelo reciba aportes nuevos con el fin de incrementar su fertilidad. Continúa leyendo para conocer más sobre los abonos orgánicos para las plantas.
Abono orgánico liquido
El abono orgánico líquido es una opción cómoda para fertilizar las plantas. Para ello, tendrás que disolver el abono en agua y después regar las plantas con esta disolución. Aunque es una opción práctica de utilizar, no conviene excederse, dado que la planta la absorbe rápidamente y esto puede ocasionarle daños
Tipos de abono orgánicos
Los abonos orgánicos actúan lentamente, por lo que precisan una transformación previa para que sus elementos sean absorbidos por las plantas. Los abonos más destacados son: mantillo, mezcla con harina de hueso, compost, estiércol de caballo, estiércol de vaca y humus de lombriz.
Mantillo
El mantillo es originado por la fermentación del estiércol o de diversos elementos orgánicos. Es importante que esté bien fermentado, ya que de lo contrario no destruiría las semillas de las malas hierbas. Antes de emplearlo, mézclalo para que no transmita enfermedades o produzca quemaduras que perjudiquen a tus plantas.
Compost
El compost es una mezcla de materia orgánica descompuesta que sirve para acondicionar y fertilizar las tierras de cultivo. Aunque cuenta con un bajo contenido en nutrientes básicoS, aporta humus y ayuda a mejorar la estructura del suelo.
Otros tipos de abono
Existen diversas sustancias orgánicas con las que puedes preparar tu propio abono como, por ejemplo, la harina de huesos, las cáscaras, la borra o posos de café, etcétera. También puedes hacer abonos orgánicos con periódicos y cenizas de madera. Si haces abonos con los restos orgánicos del jardín, tendrás que asegurarte de descartar el material enfermo, además de las hojas perennes.
La borra del té es una excelente solución para plantas como la camelia, la azalea y el rododendro, que precisan de muchísima acidez. Echa los posos de té sobre la tierra o mézclala con ella.