Reproducción, multiplicación, trasplante y poda de azaleas Artículo Publicado el 03.02.2021 por Sebas
Los rododendros o azaleas se reproducen por semilla y también se multiplican por via vegetativa mediante estacas, acodos e injertos. Veremos a continuación las diferentes técnicas de reproducción y cuáles son las más adecuados para tener éxito. También veremos cómo y cuando se debe hacer un trasplante y despejaremos las dudas sobre la poda de la azalea.
Siembra
La reproducción por semilla es empleada, generalmente, en el caso en que se deseen obtener nuevas variedades y para la producción de plantas patrón, sobre todo porque tal reproducción, en el caso de híbridos obtenidos por cruzamientos sucesivos, no garantiza la permanencia constante de las diversas características (aspecto, color, perfume, etcétera).
La siembra se efectúa en invierno o a comienzos de la primavera, usando una mezcla de turba o mantillo de roble y arena. El crecimiento es muy lento; después de tres o cuatro meses las plantitas deberán ser trasplantadas. Sin embargo, es necesario esperar tres o cuatro años para obtener hermosas y lozanas floraciones.
Injerto
El injerto es, indudablemente, el método más adecuado para obtener plantas vigorosas, longevas y de garantizadas características. El injerto puede ser de hendedura, de escudete o por aproximación. Se puede efectuar desde el invierno hasta la primavera, con ramas del año anterior, o bien a fines del verano con ramas del mismo año.
El patrón debe dejarse, generalmente, a no más de 10 cm de altura. Del trozo cortado se pueden obtener estacas que servirán para la producción de otras plantas para injertar. Para patrones se utilizan comúnmente, con éxito las variedades R. ponticum y R. catawbiense.
Acodo
La multiplicación por acodo no es muy utilizada, principalmente porque el arraigo es muy lento: se puede intentar por propagación, enterrando ramas de plantas jóvenes, o también puede hacerse por incisión cubriendo con musgo envuelto en una hoja de polietileno ramas erguidas de plantas adultas.
Después de producirse el arraigo, la nueva planta se separa de la planta madre y está lista para arraigar en tierra o en maceta.
Estaca
La multiplicación por estaca, en cambio, es la más utilizada y la más conveniente.
Con este método se da la posibilidad de obtener una gran cantidad de ejemplares a partir de pocas plantas madres y en un tiempo relativamente breve.
Las estacas, de 6 a 8 cm, herbáceas o semileñosas, pueden ser obtenidas desde el comienzo del verano hasta el otoño; para facilitar su arraigo, se las planta sobre un sustrato de turba y arena después de haber sido sumergidas en una solución de hormonas de enraizamiento. Es conveniente y aun indispensable para algunas especies y variedades, recurrir al empleo de la pulverización para mantener constantemente alto el porcentaje de humedad atmosférica en el ambiente, en el que fueran colocadas para echar raíces.
Después de aproximadamente dos meses, las estacas ya arraigadas serán trasplantadas en recipientes donde deberán permanecer durante todo el invierno.
Trascurridos de 6 a 8 meses se las colocará individualmente en otra maceta y después de aproximadamente un año podrán ser plantadas en las macetas definitivas, listas para florecer en el ambiente climatizado del invernadero o para ser colocadas en el que será su lugar habitual en el jardín. Sin embargo, es conveniente recordar que puede haber exigencias especiales.
Plantación y trasplante
Los rododendros pueden ser plantados en todas las épocas, si las plantas están provistas de pan de tierra. Sin embargo, es aconsejable plantarlos o trasplantarlos después de la floración, antes que aparezcan los nuevos botones florales. Toleran bastante bien los trasplantes, dado que están provistos de aparato radical no muy profundo. Por este motivo, es necesario no colocar estas plantas en profundidad, sino dejar las raices en la superficie, apenas cubiertas por un mantillo de hojas de poco espesor.
Cuando se trasplantan a otra maceta los ejemplares que se encuentran en la terraza (operación aconsejable cada tres o cuatro años), las raices deberán quedar a poca profundidad y hemos de evitar recubrirlas con tierra.
Podas
Las azaleas no necesitan podas, excepto algunos cortes que se efectuan exclusivamente por motivos estéticos, si se desea dar una determinada forma a la planta. Sólo es necesario eliminar las flores marchitas, sobre todo para evitar la formación de semillas que se desarrollarían inútilmente a expensas de la planta; inclusive durante la floración es conveniente efectuar limpiezas periódicas.