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Cómo cultivar y cuidar al árbol de la vida o Thuja Artículo Publicado el 18.01.2022 por Flavia

Si estás buscando árboles de hoja perenne que crezcan rápidamente y que sean fáciles de cuidar, el árbol de la vida es una excelente opción. Planta varios en una fila si lo que quieres es crear un muro de privacidad y en uno o dos años, tendrás un cerco verde, maravilloso.

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El tamaño del árbol de la vida depende de la especie que se desee cultivar. Algunos arbustos pueden llegar a medir menos de un metro de alto, mientras que otros pueden superar los 21 metros de alto y los 7,5 metros de ancho.

Sus formas son muy variadas: piramidal, redondeada, cónica, etcétera. Los árboles de la vida crecen rápido o lento dependiendo también de la especie, incluso hay unos conocidos como enanos o miniaturas que crecen muy lento.

El árbol de la vida o Thuja, como se lo conoce botánicamente, es un género de cinco especies, pero estos dos son los más conocidos:

  • Árbol de la vida plicata: también conocido como cedro rojo occidental, crece rápidamente y puede llegar a alcanzar una altura de 21 metros o más, aunque existen cultivares más pequeños si prefieres una planta que tenga el tamaño de un arbusto y no de un árbol. Crece mejor en las zonas 5-7 con inviernos húmedos y templados y veranos frescos. Se adapta a la mayoría de las condiciones del suelo y, su follaje, permanece verde durante todo el año, incluso en otoño.
  • Árbol de la vida occidentalis: también llamado árbol de la vida del este, prefiere un suelo húmedo, pero bien drenado y es tolerante a los climas fríos. Su follaje se torna de color bronce en invierno, pero hay ciertos cultivares que pueden permanecer verdes durante todo el año.

La mayoría de los árboles de la vida poseen agujas aromáticas que van desde el color verde hasta el dorado. A principios del verano desarrollan conos en forma de capullo de rosa, de un centímetro de largo, que cambian de color, de verde a marrón.

¿Cómo plantar el árbol de la vida?

El árbol de la vida se puede plantar en cualquier época del año, pero el otoño es la mejor época. Planta el árbol de la vida en un lugar donde reciba al menos seis horas de luz solar y en un suelo húmedo, pero bien drenado.

Ten en cuenta que extenderán sus raíces, por lo que tendrán que tener suficiente espacio. Averigua en el centro de jardinería hasta que medida llega en su tamaño maduro.

Si vas a plantar uno al lado del otro, deja al menos 90 cm de distancia entre plantas. Planta los árboles en forma de zig-zag, en vez de apretarlos en una fila para que se vea mucho más natural.

En el caso de que compres un árbol de la vida envuelto en tela de arpillera o en una maceta, plántalo en tu jardín a los pocos días de haberlo llevado a casa para que las raíces no se sequen. Haz un hoyo de un centímetro menos profundo que el cepellón del árbol, pero de dos a tres veces más ancho para que las raíces se puedan expandir.

Pon el árbol en el hoyo, asegurándote de que la parte superior del cepellón sobresalga de la superficie del suelo para que las raíces no queden asfixiadas. Llena con tierra y riega para que se asiente. No apisones la tierra con los pies.

Una vez plantado, riega bien las raíces, al menos dos veces por semana hasta que se establezcan. Si llueve, no lo hagas, dado que podría correr el riesgo de pudrirse.

Si vas a plantar el árbol de la vida en un contenedor, procura que el cultivar sea pequeño o topiario. Escoge una maceta de arcilla, cerámica, fibra de vidrio, concreto, plástico, un poco más grande que el tamaño del cepellón.

Llena parcialmente el contenedor con una mezcla para árboles de hoja perenne. Pon el cepellón en medio de la maceta, sobre la tierra, y añade más tierra hasta que llegue a la parte superior del cepellón. Riega y golpea la maceta ligeramente para remover las bolsas de aire.

Los árboles de la vida, rara vez precisan fertilizante. No obstante, si el suelo no es el apropiado, dale un impulso nutricional con un fertilizante granulado de liberación lenta y riega antes y después de cada aplicación.

Por otro lado, los árboles de la vida rara vez se ven afectados por plagas y enfermedades. Sin embargo, el tizón podría hacerse presente. Poda todas las ramas afectadas y trata con un fungicida.


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