Al igual que con cualquier otra planta, hay 3 factores a tener en cuenta a la hora de cultivar suculentas: suelo, agua y luminosidad. Usar la cantidad adecuada de cada uno de ellos te ayudará a que tus plantas se vean mucho mejor.
La Escallonia es un género compuesto por 50 especies distintas, pertenecientes a la familia de las saxifragáceas y originarias de Sudamérica. Son arbustos de tamaño mediano, aunque alguna que otra especie puede llegar a superar los 2 metros de altura. Estos arbustos son de hoja perenne, dentada, alterna y de color verde brillante mientras que sus flores, que comienzan a abrirse en verano y se mantienen hasta otoño, son de varios colores, entre ellos el rosa, el blanco y el rojo.
La begonia semperflorens es una planta herbácea que se cultiva en jardines y puede llegar a crecer hasta 35 cm de alto.
La Fritillaria es un género de plantas bulbosas que cuenta con 100 especies distintas originarias de Europa, Asia y Norteamérica. Sus flores son en forma de campanilla e inclinadas y, según la especie, puedes encontrarlas en diversos colores como el amarillo y el rojo.
La floración de la Fritillaria se produce en primavera, época en la que no debes manipular los bulbos. Mantén el compost húmedo durante la primavera y el verano y abona con un fertilizante líquido. Cuando las flores se hayan marchitado, restringe el riego gradualmente y, una vez que las hojas hayan muerto, mantén el compost seco.
La corona nupcial, corona de novia o Francoa, es un género de plantas perteneciente a la familia de las saxifragáceas, originario de América del Sur que, aparentemente, se encuentra formado por tres especies distintas, cuyas flores son de diversos colores.
El uso de las plantas no es algo novedoso, dado que muchas casas españolas tenían un jardín o una terraza e incluso un cultivo a menor con fines culinarios y curativos. Sin embargo, su asidua utilización en la cocina se ha transformado en un aspecto importante para conseguir una alimentación mucho más sana.
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