El ajo es un alimento delicioso y asombrosamente medicinal. Esto lo hace invaluable para cualquier hogar. También es un pesticida y un fungicida efectivo que tiene múltiples usos en el hogar. Si quieres saber cómo controlar las plagas en el jardín con ajo sigue leyendo este post.
Aunque el ajo tiene un aroma fuerte, es fácil suponer que no tendrá plagas ni enfermedades, pero esto no es correcto. El ajo suele usarse a menudo en el jardín como planta compañera, dado que ahuyenta las plagas. Pero, algunas plagas piensan que es delicioso. Sigue leyendo para conocer qué plagas y enfermedades pueden arruinar tu cultivo de ajo.
El otoño ya ha comenzado y tenemos que ocuparnos de cultivar ahora para que surjan en primavera/verano. El ajo es uno de los pocos cultivos que se plantan en otoño para cosechar en el verano próximo. Hacerlo de esta manera le dará al cultivo una ventana en el desarrollo, por lo que cuando aparece la primavera, crece mucho más rápido y con más fuerza. La siembra otoñal le permite al ajo desarrollar raíces temprano sin que aparezcan las hojas.
No solemos acordarnos mucho de los ajos pero siempre queremos tenerlos a mano en la cocina para darle más sabor a nuestros platos. En realidad es un cultivo muy fácil que no es para nada exigente. Sobre todo en climas frescos es una planta que prácticamente va sola. El tiempo de cosechar los ajos depende de la zona donde vivas aunque por lo general sobre mediados del verano suelen estar listos. Puede ser unas semanas antes o después, por supuesto, dependiendo del clima de tu zona.
Cuando las hojas más viejas, las exteriores y más cercanas al suelo, se vuelven marrones es el momento de cosechar los ajos. Es una buena guía para pillarlos en su mejor momento. Lo cual después para la conservación también tiene su importancia.
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Acertar con el mejor momento para cosechar los ajos es fundamental para su posterior conservación y poder aprovechar así mejor su cultivo. Y como están bajo tierra precisamente resulta difícil saber, a simple vista cual es el momento idóneo para su cosecha.
Así como sus parientes las cebollas se puede dejar secar por completo la parte aérea de la planta antes de cosecharlas. En cambio con los ajos no sucede lo mismo pues de hacerlo los dientes de ajo se separan en exceso con todo lo que ello conlleva. Comienza a entrar humedad y se reduce tanto la calidad del ajo como sus posibilidades de conservación.
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Plantar ajos en nuestra huerta es muy fácil y nos reportará una excelente cosecha que cubrirá con creces nuestras necesidades de este condimento tan saludable. El ajo seco puede cultivarse tanto en otoño como en primavera. Si realizamos el cultivo en otoño el ajo irá creciendo bajo tierra durante el invierno y brotará en primavera. Este cultivo es el más adecuado para zonas frías pues no sufre mientras está bajo tierra y brotará con fuerza en primavera. Para zonas más templadas el cultivo de primavera, al llegar las temperaturas benignas mucho antes, es suficiente.
Veamos pues el paso a paso del cultivo del ajo en cualquiera de las épocas que hemos nombrado.
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