El cultivo de la escabiosa Artículo Publicado el 07.05.2015 por Javi
La escobilla morisca o escabiosa es en realidad un género de plantas de pequeño porte de origen europeo y asiático. Las dos especies que se suelen usar para su cultivo en jardinería son la Scabiosa atropurpúrea y la Scabiosa columbaria y de ambas podemos encontrar diversos cultivares que nos facilitarán mucho la decoración de nuestro jardín por la amplia gama de color que podemos encontrar.
La escabiosa clásica es de color morado claro pero podemos encontrar en los viveros cultivares blancos, rojos y azules. Hay variedades bienales y perennes que en las zonas más frías se suelen tratar como anuales. La planta es bastante pequeña, unos 30 cm de altura y otros tantos de envergadura, por lo que hay que cultivarla en grupos para que formen una masa homogénea y no se vean disminuídas por las plantas más altas.
Las flores tampoco son muy grandes, 2.5-3 cm de diámetro, pero son muy atractivas para las mariposas. La escabiosa es una planta bastante rústica que podemos cultivar en el jardín en cuanto desaparezca el riesgo de heladas. Se siembra desde semillas y podemos adelantar un poco la tarea si las iniciamos en interior. Al ser una planta netamente mediterránea agradecerá que la cultivemos en un lugar bien soleado aunque si le da algo de sombra por la tarde tampoco le irá nada mal, sobre todo en climas muy calurosos.
El mantenimiento de la escabiosa se reduce a ir cortando las flores conforme se mustian, eso favorece la floración, regar regularmente y segar las plantas a ras de suelo cuando se acerca el invierno. En las variedades perennes es conveniente la división de la planta cada pocos años y trasplantar la parte dividida a otra localización. Es una planta por la que no deberemos preocuparnos por plagas o enfermedades, es muy resistente siempre que reciba suficiente sol y el terreno donde esté plantada cuente con un buen drenaje.
