Guía de Jardinería

Conoce la suculenta Tylecodon buchholzianus Artículo Publicado el 26.04.2017 por Javi

El mundo de las plantas suculentas es realmente apasionante. Estas peculiaridades botánicas adaptadas a las más duras condiciones de vida asombran por sus inesperados y originales diseños. Son un gran ejemplo de los atajos que toma la Naturaleza para vencer los inconvenientes. En esta ocasión queremos mostraros al Tylecodon buchholzianus que a pesar de su nombre no es un dinosaurio sino una pequeña planta suculenta originaria de Namaqualand en Sudáfrica y Namibia. Namaqualand es una enorme extensión de terreno árido que alberga a más de 30000 especies vegetales. Un pequeño paraíso donde las suculentas viven y florecen dando al paisaje un fantástico colorido.

Tylecodon buchholzianus es una suculenta arbustiva que alcanza una altura de unos 30 cm. Es una planta de invierno, de crecimiento lento, que se inactiva durante el verano. El tallo es un cáudice que puede tener hasta 30 cm de diámetro. De él salen un gran número de intrincados tallos grisáceos. En la primavera surgen las hojas verdes que son casi cilíndricas y miden hasta 10 cm de largo. Las flores son de color rosa pálido y el período de floración se extiende de finales del invierno a finales de la primavera.

Hay dos variedades de esta planta, una de hojas caducas y otra de hojas perennes. Las perennes tienen su período de crecimiento en verano y las caducas en invierno. Ambas requieren un sustrato arenoso con buen drenaje y recibir una buena cantidad de sol. Resisten bien el frío y las heladas siempre que tengan el sustrato seco en esas circunstancias. La variedad de hojas caducas es especialmente sensible al exceso de riego perdiendo entonces sus hojas.

Pueden requerir una cierta poda si queremos que mantengan un aspecto concreto. Su crecimiento natural es bastante caótico y puede interesarnos darle una forma concreta. Podemos cultivar la Tylecodon buchholzianus tanto en interior como en exterior siempre que respetemos los condicionantes básicos de luz y agua.

Durante la etapa de crecimiento de la planta basta con añadirle un par de veces un poco de fertilizante para cactus y suculentas. La principal característica de estos abonos es su formulación baja en nitrógeno. Generalmente usaremos la mitad de la dosis recomendada por el fabricante.


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