Cómo transformar cualquier espacio en un jardín Artículo Publicado el 17.01.2013 por Javi

Puede que nuestra casa no cuente con jardín pero no por eso hemos de reprimir al jardinero que llevamos dentro. Un jardinero sin jardín no es como un rey sin reino. En cualquier lugar, aun enladrillado, podemos instalar recipientes rellenos de tierra donde sembrar las plantas que nuestro jardinero interior precisa para comunicarse con el mundo vegetal.

Supongamos por ejemplo que nuestra casa cuenta con un pequeño patio, una galería, un camino de acceso, una pequeña terraza o cualquier otro espacio abierto que aunque de tamaño reducido y recubierto de piedra, hormigón o baldosas está al aire libre. Bien, pues ya tenemos jardín. Sólo precisamos de unos cuantos recipientes, macetas, jardineras… que convenientemente rellenados de sustrato podemos convertir en nuestro jardín particular. Creando bonitas y acertadas combinaciones de plantas crearemos un pulmón verde junto a la puerta de casa.

Plantas de la imagen superior:

1. Hostas: a) Dream Weaver b) Bitsy Gold c) Big Daddy d) Patriot
2. Hortensia (Hydrangea serrata)
3. Helecho hembra (Athyrium filix-femina)
4. Boj
5. Hakonechloa macra «Aureola»
6.  Ophiopogon planiscapus «Nigrescens’«
7. Heuchera «Palace Purple«
8. Bambú
9. Rosal

En un espacio de las características de las que estamos hablando, recubierto de baldosas y tal vez poco soleado, al disponer tanta vegetación sobre él estaremos aumentando la humedad. Dicho aumento de la humedad propiciará la aparición de musgos y líquenes lo cual no es malo pero puede resultar incómodo e incluso peligroso al tornarse las baldosas resbaladizas. Un barrido vigoroso con un cepillo de cerdas duras solucionará temporalmente el inconveniente. Tendremos que controlar a los siguientes visitantes que aparecerán con el aumento de la humedad, caracoles y babosas, habremos de controlar su proliferación pues son ávidos consumidores de algunas de estas plantas. Con cerveza, trampas para caracoles y también con gránulos a base de hierro podemos controlar sus dañinos efectos.

Las barreños de zinc con agua sirven a modo de pequeños estanques, pero cuando lleguen los calurosos meses de verano pueden ser un foco de atracción para los mosquitos. Unos cuantos peces en su interior controlarán el desove que puedan realizar los mosquitos en los barreños.

Fotos: rustica.fr