Guía de Jardinería

Cómo mejorar y prolongar la floración de tus plantas Artículo Publicado el 10.05.2017 por Javi

El aficionado a la jardinería ornamental lo que quiere es tener cuantas más flores mejor en su jardín. Para ello se necesitan dos factores, que tus plantas produzcan mucha flor y que ésta dure cuanto más tiempo mejor. Vamos a ver 11 consejos que te ayudarán a conseguir este fin.

1.- Cortar las flores marchitas.

Ayuda a desviar las energías de la planta concentradas en la formación de las semillas a una nueva floración. Esto funciona con la mayoría de las plantas aunque no con todas, infórmate antes.

2.- Pinzar los brotes superiores.

Hará que la planta desarrolle los brotes laterales que hacen que la planta se vuelva más tupida y pueda florecer más al no malgastar energía creciendo hacia arriba. Esta práctica tampoco es conveniente para todo tipo de plantas, una vez más habrá que informarse antes. Funciona muy bien con las plantas del género Aster, las petunias, zinnias, el guisante de olor y muchas más.

3.- Pinzar las primeras flores.

Es tal vez la técnica más dura para el jardinero que está esperando las primeras flores con anhelo. Pero tiene su explicación, con ello conseguimos que la planta aumente el flujo de savia y florezca más profusamente. Esta práctica funciona muy bien con las plantas anuales. Conseguimos además que aumente la floración por los costados de la planta y no se concentre en la parte superior.

4.- Poda.

En el caso de los arbustos de flor la poda es fundamental. Eliminar un tercio de la parte aérea de la planta funciona también con plantas como la dedalera, salvia y delphinium. Los coreopsis y los geranios también nos pueden dar una segunda floración si los podamos tras la primera.

5.- Mulching.

El acolchamiento es una práctica que previene la aparición de malas hierbas y ayuda a retrasar la evaporación de agua del suelo. Dependiendo del material que usemos para el mulching podremos aislar las raíces y evitar que sufran un exceso de calor en verano. O por el contrario podemos concentrar el calor si las plantas lo necesitan. Para el primer caso usaremos corteza de pino o similar y para el segundo caso grava o piedras.

6.- Siembra escalonada.

Consiste en sembrar en lotes pequeños y de manera sucesiva con una separación de una o dos semanas. Ello nos permite ampliar el tiempo en el que tendremos flor en nuestro jardín. También se puede combinar cultivos con distinto periodo de floración con el mismo fin.

7.- Cuidado del suelo.

Hemos de tender a conseguir un suelo rico, fértil y bien aireado. Además hemos de procurar que cuente siempre con un buen drenaje. Hay que cultivar las plantas más apropiadas para nuestro tipo de suelo. Lavanda, bígaro, buganvilla y heléboro prefieren un suelo relativamente bajo en nutrientes. Y no debemos olvidarnos de analizar el pH de nuestro suelo para conocerlo mejor y saber qué cultivos funcionarán mejor.

8.- Riego.

Es fundamental regar sólo cuando sea necesario. El mantenimiento de un nivel óptimo de humedad del suelo asegura tanto la producción de flores como la longevidad de la planta. Por lo general regaremos sólo cuando el suelo esté seco en mayor o menor grado según el tipo de plantas.

9.- Fertilización.

Las plantas necesitan alimento pero hay muchas formas de dárselo. Una forma es añadir una capa de abono a la parte inferior de la planta. Alternativamente se puede utilizar una fertilizante líquido ligeramente diluido una vez por semana. Otra buena idea es rociar un fertilizante en polvo, de liberación lenta que se disuelve lentamente. Los fertilizantes equilibrados funcionan bien para la mayoría de las plantas. Una fórmula de alto contenido en fósforo ayudará a mejorar la floración de tus plantas. En todo caso hay que ser siempre comedido con el aporte de abonos pues tan malo es el exceso como la carencia.

10.- Permitir un completo desarrollo vegetativo.

Las plantas florecen en la cumbre de su desarrollo vegetativo. Una planta no puede producir flor hasta llegar a la madurez. Por eso es fundamental usar un fertilizante equilibrado sobre todo al principio para que la planta se desarrolle por completo y esté preparada entonces para florecer con abundancia. También ayudará que frenemos el desarrollo de nuevas ramas y hojas una vez la planta haya llegado a la madurez.

11.- Control de plagas.

Es otro de los factores fundamentales para una buena floración. La planta debe estar plena de salud y no verse afectada por ninguna plaga. Babosas y pulgones se alimentan directamente de los brotes tiernos y los botones florales evitando así que la planta florezca correctamente. Lo mejor es usar insecticidas orgánicos como el aceite de neem, jabón potásico y preparados naturales.


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